martes, 15 de julio de 2008

CONVERSACION PENDIENTE



“HAY HOMBRES QUE LUCHAN UN DIA Y SON BUENOS,
HAY OTROS QUE LUCHAN UN AÑO Y SON MEJORES,
HAY QUIENES LUCHAN MUCHOS AÑOS Y SON MUY BUENOS;
PERO HAY LOS QUE LUCHAN TODA LA VIDA, ESOS SON LOS IMPRESCINDIBLES”

B. Brecht

Acabo de regresar de mi primera incursión a las entrañas de la Isla, en mi primer día aquí he tenido la necesidad de caminar y aunque no me siento con fuerzas suficientes para escalar al centro de la Isla, he podido divisar a los lejos los desfiladeros y acantilados que inundan su geografía.

He tenido la necesidad de abandonar la tranquilidad de la playa y durante la caminata me he cruzado con multitud de personajes inenarrables en este momento, personajes que a poco espero ir describiendo.

He subido a una loma cercana, he llegado sudando, una loma de suaves pendientes, de prados apacibles; al principio me pareció inaccesible. Permanecí bajo el sol merodeando alrededor de la pendiente, escudriñando cual sería el mejor camino, el menos cansado, el que menos sudor costase.

Cuando estaba a punto de rendirme, descubrí un pequeño sendero, apenas una marca sobre el suelo plagado de hojarasca habitada por unos pequeños escarabajos de color verde y coraza férrea.

Comencé a ascender por el sendero; al pisar, el suelo crujía bajo mi calzado, no se bien si por las hojas o por el crepitar de los escarabajos al estallar por causa de mi peso. Una suave pendiente, al principio flanqueada por un bosque de zarzas y enredaderas.

Al contrario de lo que viene siendo habitual en otras partes del mundo, según iba ascendiendo, la temperatura aumentaba, aún sin llegar a ser estresante, el calor iba aumentando y el sudor comenzaba a mojar mi nuca, pequeñas gotas comenzaban a recorrer mi piel, comencé a sentir como las gotas de sudor nacían e iban creciendo en el poro y al alcanzar cierto tamaño, como abandonaban el poro y comenzaban a moverse entre el cabello, dejando una sensación de frescor en la senda que marca sobre mi piel.

En apenas unos pasos el paisaje muda y toman el poder los ficus y laureles, pequeñas serpientes y libélulas en manadas, volando silenciosas, como si quisieran sorprender a sus enemigos en un ataque previo a engullirlos en un festín de insectos.

No sabría decir cuando, pero me he desprendido de la ropa y únicamente con las sandalias llego a la cumbre de la loma, rodeado de un paisaje sin detalles significativos, con abundantes jaras de flores rosadas y hojas ásperas y secas.

Con el cuerpo surcado por abundantes y caudalosos riachuelos de sudor, sentado en una suave piedra dura, debajo de la única acacia de la loma, me descubro frente a ti, no se como has aparecido, de pie frente a mi, como el día que te dije que me separaba. De pie, con ese suave balanceo que ya hace tiempo que mecía tu cuerpo mientras estabas de pie, con las manos entrelazadas en la espalda y tus gordos labios ligeramente apretados, dibujando una sonrisa, como si estuvieses disgustado, únicamente me vuelves a repetir, igual que el 22 de Diciembre…. “Se fuerte y lucha, no te rindas”………..

Espero poder tener esa conversación pendiente, que por teléfono me pediste el día 25, apenas unas horas antes que abandonaras para siempre la tierra, no a mi y mis recuerdos.

Me dejaste con la palabra en la boca, con ganas de oír tus consejos, esos que según tu no me dedicaste en la adolescencia y que te estaban machacando, pues crees que no me prestaste atención y que toda se la dedicaste a mis hermanos, pues yo siempre he sido el más maduro.

Sabes que podrías haber roto mi silencio y eso me jode, pero me jode más que te murieras, apenas unas horas después de tu llamada, el 26 de madrugada.

No se si sabrás, que cuando la noche del 25, me dijiste al teléfono, que buscase un rato para hablar contigo, me entró miedo, pues sabia que iba a tener que soltar todo lo que mis silencios contienen.

Y me quede solo, justo en el momento de mi vida, que quizás si podrías haberme ayudado, pues antes y aunque tu tengas tus dudas, siempre estuviste a mi lado. Estuviste, con tu integridad y presencia, tus principios, que en ocasiones originaron discusiones. Estuviste en la libertad que me has brindado toda mi vida y sin la que tú te ahogabas.

En el silencio te he admirado y a veces me sorprendo a mi mismo con algún gesto tuyo.

Ya sabes que los hijos no siempre demostramos nuestros sentimientos y si tengo algún pesar, es no haberte dicho más veces

¡¡Gracias Papa!! ¡¡Te quiero!!

3 comentarios:

maliZiakiss.com dijo...

Pues siempre quedan en la vida conversaciones pendientes, pero no solo con los que nos han dejado, sino tambi�n con los que estan...

Tu padre sabe muy bien todo aquello que no le dijiste y si no me crees, cierra los ojos y preguntale...

Blondie

Anónimo dijo...

Hoy ha amanecido un dia perfecto para andar por las arenas de la playa de Isla Utopía.Ernesto...espero encontrarte pronto y darte un abrazo...y un beso...

Aliocha dijo...

Apenas te conozco, pero es como si ya supiera mucho de ti.
Puede que mi estado anímico en estos momentos me delate, pero las lágrimas se escapan sin querer que lo hagan, intento detenerlas pero es imposible.
Seguramente miles de veces imaginaste esa conversación pendiente...y seguramente fueron miles de respuestas diferentes a esas conversaciones.
Yo también estuve en tu playa y también me imaginé ese último encuentro...miles de veces me lo imaginé, miles de veces me pregunté ese porqué....y miles de veces me vi sin respuesta.
¡Cuánto hubiera dado por poder vivir ese momento, por poder encontrar una respuesta!!!!, pero como la isla dice...Utopía