sábado, 25 de enero de 2014

Desde las Ramblas

“… acababa de tejer una pieza de algodón rojo y azul. No trabajaba en él, sino que miraba por la ventana. Su espíritu oscilaba sobre una delgada cresta de la que podía caer en cualquier momento, bien en el éxtasis ante la sensación nueva de la primavera en el aire, y de su propia belleza lozana… “


Cuentos Reunidos (Peter y Rosa)                     Isak Dinesen





El cóctel que conforman el café y el fétido aliento premenstrual, rebosa por el borde de la taza al final de cada sorbo y no es el perfume ideal con el que comenzar un sábado tranquilo, pero es lo que hay, y sin el primer café de la mañana no soy casi nadie aparte de un cuerpo parado en mitad de la cocina.

“Fly me to the moon
Let me play among the stars
Let me see what spring is like
On a Jupiter and mars”*

Esperando que la primavera aparezca a finales de noviembre y que la luna llena no tape con su luz las estrellas, como cuando de niña en aquella cama provisional en medio del comedor; en aquellas noches de infancia, pedía que no volvieran a reflejarse jamás en el techo las sombras de las Ramblas.

Y como en los momentos que me asaltaban los temores, llegaba desde lo mas escondido del terror el duende que me trasportaba hasta la luna, desde allí me sentía segura y afortunada. Como en aquellos momentos ahora no quiero encontrarme con ningún reflejo que tamice la luz de la mañana.

“In other words, hold my hand
In other words, baby, kiss me”*

Ahora después de una noche un tanto cotidiana, sin grandes estridencias en lo que se puede predecir un sábado poco estrepitoso, me encuentro aquí saliendo de la cocina hacia el salón con una taza de café a medio empezar.

Me deprime encontrarme con el salón sin recoger con los restos de la cena, platos, vasos y botellas esparcidos sobre la mesa, sin tener una mano que me sujete de la cintura y como quien susurra una canción, me dijese de apurar el café para volver a la cama a comenzar el fin de semana de un modo mas estentóreo, aunque eso implicase escandalizar a los niños de los vecinos que a estas horas estarán tomando el desayuno en el salón de su casa.

“Fill my heart with song
and let me sing for ever more
you are all I long for
all I worship and adore”*

Sin embargo vuelve a aparecer el desorden, como en los primeros años de mi infancia; los recuerdos como si fuesen laberintos, cuando llegaba a casa por la tarde de la escuela, había veces que la puerta estaba cerrada con pestillo, llamaba al timbre y mamá tardaba demasiado en abrir, normalmente despeinada y con bata, tras ella siempre algún señor que no conocía y que jamás volvería a ver. Cuando esto ocurría, mi sonrisa se desordenaba, no se muy bien porqué pero siempre me entraban ganas de llorar, aunque mamá me abrazase dulce, fuerte y besándome en la cara me preguntara donde estaban mis hermanos.

“In other words, please be true
In other words, I love you”*

Inspiro y aparece la Lucía madura y segura absorbiendo en mi memoria el olor a azahar de la primavera Sevillana, la adolescente predecesora de la mujer que soy, de la que mañana vomitará al mundo algún que otro improperio increpando a la fortuna por no aparecer antes en mi vida, no siendo válido el consuelo de la fe hipócrita del “nunca es tarde si la dicha es buena”, no me apacigua ni consuela saberme ahora realizada, cuando mirando hacia atrás, en mis primeros pasos veo huellas poco nítidas hundirse en lo mas sórdido de la vida de una ciudad portuaria.

“Fill my heart with song
and let me sing for ever more
you are all I long for
all I worship and adore”
*

Trombones, trompetas con sordina y acordes de piano no fueron anoche suficiente para invitar a Pablo y compartir la luna llena desde la almohada de mi cama. Cuando estamos juntos nos reímos como enanos intentando saltar de un paso tres escalones a la patita coja, me hace sentir segura y firme, a su lado el pulso de las cosas se acompasa con la armonía de los años; pero la edad me hace desear amanecer acompañada después de una noche de sexo y ritmo, pero Pablo entraba a las cinco de guardia.

Vuelvo a la cocina a calentar el café en el micro-ondas, sin darme cuenta se me ha enfriado mientras recordaba tarareando la última canción que bailamos anoche entre besos y manos raudas y atrevidas

“In other words, please be true
In other words, I love you
I love … you”*

mientras veo sentada como gira el plato de cristal, encuentro sobre la mesa el manuscrito que tengo que leer para recomendar o no a la editorial la idoneidad del libreto para ser publicado, “Desde las Ramblas”, timbra el aparato dando por concluido el calentamiento del café; abro el libro, mecanografiado a doble espacio y mientras vuelvo a tomar la taza entre mis manos leo

El cóctel que conforman el café y el fétido aliento premenstrual, rebosa por el borde de la taza al final de cada sorbo…




* “Fly me to the moon”                                        Frank Sinatra (Se recomienda escucharla mientras se lee el relato)




Llévame a la luna
déjame jugar entre las estrellas
déjame ver como es la primavera 
en Júpiter y Marte 

En otras palabras, sujeta mi mano 
En otras palabras, cariño, bésame 

Llena mi corazón con canciones 
déjame cantar para siempre 
tu eres todo lo que deseo 
todo lo que admiro y adoro 

En otras palabras, por favor se sincera 
En otras palabras, te quiero 

Llena mi corazón con canciones 
déjame cantar para siempre 
tu eres todo lo que deseo 
todo lo que admiro y adoro 

En otras palabras, por favor se sincera 
En otras palabras, en otras palabras 
Te quie...ro”