“…
acababa de tejer una pieza de algodón rojo y azul. No trabajaba en él, sino que
miraba por la ventana. Su espíritu oscilaba sobre una delgada cresta de la que podía
caer en cualquier momento, bien en el éxtasis ante la sensación nueva de la
primavera en el aire, y de su propia belleza lozana… “
Cuentos
Reunidos (Peter y Rosa) Isak
Dinesen
El cóctel que conforman el café y
el fétido aliento premenstrual, rebosa por el borde de la taza al final de cada
sorbo y no es el perfume ideal con el que comenzar un sábado tranquilo, pero es
lo que hay, y sin el primer café de la mañana no soy casi nadie aparte de un
cuerpo parado en mitad de la cocina.
“Fly me to the moon
Let me play among the stars
Let me see what spring is like
On a Jupiter and mars”*
Esperando que la primavera aparezca
a finales de noviembre y que la luna llena no tape con su luz las estrellas,
como cuando de niña en aquella cama provisional en medio del comedor; en
aquellas noches de infancia, pedía que no volvieran a reflejarse jamás en el
techo las sombras de las Ramblas.
Y como en los momentos que me
asaltaban los temores, llegaba desde lo mas escondido del terror el duende que
me trasportaba hasta la luna, desde allí me sentía segura y afortunada. Como en
aquellos momentos ahora no quiero encontrarme con ningún reflejo que tamice la
luz de la mañana.
“In other words, hold my hand
In other words, baby, kiss me”*
Ahora después de una noche un
tanto cotidiana, sin grandes estridencias en lo que se puede predecir un sábado
poco estrepitoso, me encuentro aquí saliendo de la cocina hacia el salón con
una taza de café a medio empezar.
Me deprime encontrarme con el
salón sin recoger con los restos de la cena, platos, vasos y botellas esparcidos
sobre la mesa, sin tener una mano que me sujete de la cintura y como quien
susurra una canción, me dijese de apurar el café para volver a la cama a
comenzar el fin de semana de un modo mas estentóreo, aunque eso implicase
escandalizar a los niños de los vecinos que a estas horas estarán tomando el
desayuno en el salón de su casa.
“Fill my heart with song
and let me sing for ever more
you are all I long for
all I worship and adore”*
and let me sing for ever more
you are all I long for
all I worship and adore”*
Sin embargo vuelve a aparecer el
desorden, como en los primeros años de mi infancia; los recuerdos como si
fuesen laberintos, cuando llegaba a casa por la tarde de la escuela, había
veces que la puerta estaba cerrada con pestillo, llamaba al timbre y mamá
tardaba demasiado en abrir, normalmente despeinada y con bata, tras ella
siempre algún señor que no conocía y que jamás volvería a ver. Cuando esto ocurría,
mi sonrisa se desordenaba, no se muy bien porqué pero siempre me entraban ganas
de llorar, aunque mamá me abrazase dulce, fuerte y besándome en la cara me
preguntara donde estaban mis hermanos.
“In other words, please be true
In other words, I love you”*
In other words, I love you”*
Inspiro y aparece la Lucía madura
y segura absorbiendo en mi memoria el olor a azahar de la primavera Sevillana,
la adolescente predecesora de la mujer que soy, de la que mañana vomitará al
mundo algún que otro improperio increpando a la fortuna por no aparecer antes
en mi vida, no siendo válido el consuelo de la fe hipócrita del “nunca es tarde
si la dicha es buena”, no me apacigua ni consuela saberme ahora realizada,
cuando mirando hacia atrás, en mis primeros pasos veo huellas poco nítidas
hundirse en lo mas sórdido de la vida de una ciudad portuaria.
“Fill my heart with song
and let me sing for ever more
you are all I long for
all I worship and adore”*
and let me sing for ever more
you are all I long for
all I worship and adore”*
Trombones, trompetas con sordina
y acordes de piano no fueron anoche suficiente para invitar a Pablo y compartir
la luna llena desde la almohada de mi cama. Cuando estamos juntos nos reímos
como enanos intentando saltar de un paso tres escalones a la patita coja, me
hace sentir segura y firme, a su lado el pulso de las cosas se acompasa con la
armonía de los años; pero la edad me hace desear amanecer acompañada después de
una noche de sexo y ritmo, pero Pablo entraba a las cinco de guardia.
Vuelvo a la cocina a calentar el café
en el micro-ondas, sin darme cuenta se me ha enfriado mientras recordaba
tarareando la última canción que bailamos anoche entre besos y manos raudas y
atrevidas
“In other words, please be true
In other words, I love you
In other words, I love you
I love … you”*
mientras veo sentada como gira el
plato de cristal, encuentro sobre la mesa el manuscrito que tengo que leer para
recomendar o no a la editorial la idoneidad del libreto para ser publicado,
“Desde las Ramblas”, timbra el aparato dando por concluido el calentamiento del
café; abro el libro, mecanografiado a doble espacio y mientras vuelvo a tomar
la taza entre mis manos leo
“El cóctel que conforman el café y el fétido aliento premenstrual,
rebosa por el borde de la taza al final de cada sorbo…”
* “Fly
me to the moon” Frank
Sinatra (Se recomienda escucharla mientras se lee el relato)
“Llévame a la luna
déjame jugar entre las estrellas
déjame ver como es la primavera
en Júpiter y Marte
En otras palabras, sujeta mi mano
En otras palabras, cariño, bésame
Llena mi corazón con canciones
déjame cantar para siempre
tu eres todo lo que deseo
todo lo que admiro y adoro
En otras palabras, por favor se sincera
En otras palabras, te quiero
Llena mi corazón con canciones
déjame cantar para siempre
tu eres todo lo que deseo
todo lo que admiro y adoro
En otras palabras, por favor se sincera
En otras palabras, en otras palabras
Te quie...ro”