domingo, 5 de octubre de 2008

EN CRISIS

“E = m . c2 “

“Teoria de la relatividad” Albert Einstein


Cuando comencé este espacio, aspiraba a que lo imposible fuese algo que se instalase en lo cotidiano, pero lo imposible a veces se vuelve transgresor y sedicioso.

Intentar demostrar que la energía (E) de un cuerpo es directamente proporcional a su masa (m) y al cuadrado de la velocidad (c) con la que se desplaza, es una tarea absurda por mi parte dada la escasa formación científica que atesoro. Einstein, padre de la criatura relativista, confirmó parte de su teoría, con la sentencia del primer principio de la termodinámica que asegura “la energía, ni se crea ni se destruye, sólo se transforma “

Sumergidos en una crisis global, nacida de la economía y si adaptamos el primer principio termodinámico, me permito conjeturar “el dinero ni se crea ni se destruye, sólo se transforma”. Al dinero en ingentes cantidades le llamamos capital, por lo tanto “el capital” y los capitalistas también se transforman o mejor dicho, en este caso, se disfrazan.

Lo que hace no más de un año era una floreciente economía, edén para unos súbditos felizmente hipotecados en una vida del bienestar neoliberal, hoy se transforma en una crisis donde el capital ha recogido velas, transformado el dinero y retirado la confianza a esos súbditos ahorradores y en muchos casos esclavos hipotecarios.

Los bancos serán reflotados por las arcas del estado, a costa de otros fondos reservados a la educación, la sanidad o la cultura, con el único fin de que no se note mucho como se ha transformado el dinero. Y nadie se atreve a preguntar ingenuamente “ ¿Dónde está el dinero que hace unos meses circulaba por estas robustas y sólidas economías? “. Por favor, no quiero que tertulianos, politólogos y economistas, voceros del sistema, me contesten; pues son maestros prestidigitadores del verbo y la falacia.

Corbacho, necio botarate y súbdito del gobierno de la corona, famoso por sus aseveraciones y por su mirada retadora y autosuficiente; la pasada semana sentenció, ante un próximo dialogo con los agentes sociales y preparándonos para lo que se avecina, justificando lo que será la ultracongelación de los salarios; que es preferible ganar menos dinero, con tal de asegurar el trabajo. Joder que agusto se quedaron en Valverde de Leganés, cuando su familia emigró a Cataluña.

Señor ministro, quédese con su verborrea, pues no pienso dedicarle más tiempo de mi vida.

¡¡¿Se tambalea el sistema? , pues aprovechemos para tumbarle!! Fondos de inversión y entidades financieras, están transformando el dinero, para que al menos los grandes inversores recuperen su capital, y cuando lo tengan a buen recaudo, cerrarán empresas y sucursales, llenando los juzgados de expedientes de regularización, dejándonos a los pequeños ahorradores y gran deudores, en la calle y con más miseria de la habitual.

Y mientras tanto los secuaces del capital, incluidos los de la rosa en puño, nos distraen y serenan, incitándonos a seguir consumiendo; desde los púlpitos políticos, atiborrados de súbditos complacientes.

A los que de un salario sobrevivimos y a lo más nos preparamos una jubilación mediante fondos de pensión, os propongo:






  • Vayamos a recursos humanos de las empresas y hagamos que el salario nos lo den mediante talón y dejen de ingresarlo directamente en nuestras cuentas.


  • Ingresemos lo imprescindible, para pagar hipotecas, agua, luz, etc.


  • Recuperemos nuestros ahorros en cualquier forma, fondos de pensión, deuda del estado, acciones, etc.


  • Dejemos de pagar con tarjeta, pues todo lo que este en el banco les permitirá jugar con nuestro dinero, para transformar su capital.




En definitiva, hagamos que en el “corralito” que se avecina, los del redil sean Ellos, y que acudan a la puerta de nuestros hogares para pedirnos que regresemos.

Volviendo a "E = m . c2", hagamos que nuestra masa (m) crezca conjuntamente, para así, la energía ( E ) que transformemos, corra a nuestro favor, pues no se esperan que podamos agruparnos como ciudadanos de un capital libre.

Recuerdo que Zapatero, el 23 de abril del 2004, tras su primera victoria electoral, regaló a los ministros de su primer gabinete un libro “Como cambiar el mundo” de David Bornstein; gracias José Luis, tuya fue la génesis de este panfleto.